INFORME ESPECIAL

¿Qué va a pasar con los subsidios al transporte varelense?



Edición Impresa » 01/09/2012

El 29 de julio último, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, hizo un anuncio respecto a la reestructuración de los subsidios que el Estado Nacional paga a las empresas de las distintas ramas del transporte público de pasajeros.
En ese marco, se dio difusión pública a los montos que reciben las empresas, la distribución en porcentajes de esos aportes hacia el interior de las firmas, y se dispuso un esquema de verificación de cumplimiento del destino real de los aportes surgidos de los impuestos de todos los argentinos.
Así, la advertencia fue clara: si las empresas no cumplían con los fines para los que eran aportados los subsidios, estos serían recortados. En ese caso, la responsabilidad de sostenerlos, recaería sobre cada uno de los municipios por los que las distintas empresas de transporte ruedan.

 

¿Alcanza o no alcanza?

 

Los montos asignados a cada empresa varían, y los aportes se brindan de acuerdo a distintas categorizaciones: algunos como empresas provinciales, otras locales, y en algunos casos, las firmas reciben subsidios por cada uno de los distritos por los que realizan su recorrido, como el caso de la empresa Primera Junta. Así lo dejan claramente expuesto las planillas que colocó en su página web el Ministerio del Interior y Transporte de la Nación.
Sin embargo, en todos los casos, el dinero entregado por subsidios, se fracciona de acuerdo a la siguiente tabla:
16 por ciento para combustible.
1 por ciento para impuestos y tasas.
6 por ciento para el mantenimiento de las unidades.
10 por ciento para un enigmático “otros costos”.
54 por ciento para el pago al personal empleado.
11 por ciento para la renovación de las unidades.
Y un 2 por ciento restante para el gasto de seguro.
El interrogante que se plantea es si los subsidios son suficientes. Y en este aspecto, distritos como Florencio Varela, profundizan más la incógnita. ¿Es posible que las empresas puedan sostener sus unidades con apenas el 6 por ciento de lo que reciben, teniendo en cuenta el mal estado de las calles del partido?
Por estos días, el servicio que la empresa Treinta de Agosto (Línea 500) brindaba en el barrio de Santa Inés, dejó de brindarse como consecuencia del mal estado de las calles, que hacía literalmente imposible el paso de los ómnibus.

 

Controles

 

Durante su discurso, Randazzo planteó que “lo importante es el fuerte control social que pedimos a las organizaciones no gubernamentales y a la sociedad en general, para que se constituya en la custodia de recursos que el Estado pone para el transporte público”.
En ese marco, cabe la pregunta de cuáles serán los controles que se establecerán a nivel local, y cuál será el grado de control que ejercerá el Municipio.
Para la Comuna, se abre un dilema con dos posibles resoluciones: Si se ejerce un control estricto de la aplicación de los subsidios, la comprobación de que en muchos casos éstos no llegan al destino estipulado redundaría en un retiro de la ayuda del Estado Nacional. Esto supondría una merma en los servicios de las empresas, y por ende obligaría al propio Estado Municipal a correr con los costos que permitirían sostener los servicios.
Si, por el contrario, se buscara intentar eludir la carga económica que demandara el sostenimiento de los servicios, los controles deberían darse en forma más laxa.
A juzgar por los montos otorgados en la primera mitad del año, imaginar que de las arcas municipales salgan los fondos para sostener el transporte se torna un difícil ejercicio de imaginación.

 

Lo que reciben las empresas

 

Varias son las líneas que atraviesan el distrito de Florencio Varela, y elevados los subsidios que reciben.
En el caso de la empresa San Vicente (Línea 79), que une Florencio Varela con Plaza Constitución, el aporte en subsidios acumulado en los primeros seis meses de 2012 fue de 76.330.981,93 pesos. A razón de entre 12 y 13 millones de pesos mensuales entre los meses de marzo y junio.
Un ramal imprescindible para los varelenses es la Línea 414, de la empresa Nueve de Julio, que une la ciudad con La Plata. En su caso, recibió poco más de 5 millones y medio de pesos en junio, tras superar los 6 millones en los tres meses precedentes. El total acumulado en la primera mitad del año fue de 36.990.331,91 pesos.
Por su parte, la firma El Nuevo Halcón (Línea 148), recibió en número globales 64.960.986,85 pesos, con un promedio mensual de marzo a junio por encima de los 10 millones.
Hasta allí, se trata de firmas que sostienen una flota de unidades en buenas condiciones, con vehículos modernos y con regularidad en sus frecuencias. Sin embargo, según confiaron choferes de la Línea 148, la frecuencia de salida de los micros que unen el distrito con Plaza Constitución está sufriendo espaciamientos a partir de los ajustes en materia de subsidios anunciados por el Gobierno Nacional.
Mucho más atrás en materia de números, pero también con unidades de alta nivel de modernidad y confort, se encuentra la empresa Compañía Micro Ómnibus La Colorada (Línea 178), que recibió en la primera mitad de este año subsidios por 27.165.934,13 pesos, en un promedio que ronda los 4,5 millones de pesos por mes de marzo a junio.

 

El caso local

 

La empresa Treinta de Agosto (Línea 500 y Línea 383) es una de las firmas que más conectividad ofrece a los varelenses, llegando a sectores del distrito donde sin su presencia, sus habitantes quedarían literalmente aislados.
En su caso, los aportes del Estado Nacional se ubicaron en los 21.853.660,89 pesos de enero a junio, con un promedio mensual en los últimos cuatro meses de la primera mitad del año en torno a los 3,6 millones de pesos.
La cifra es considerable si se la compara con los aportes que reciben empresas que realizan recorridos que trascienden los límites distritales; mientras que pese a los beneficios que reporta en materia de conexión interbarrial, la firma local, que también debe lidiar con la competencia desleal de los llamados “micros truchos”, no cuenta con una plantilla de unidades de modelos tan recientes como otras empresas.

 

El interrogante

 

Pero sin duda, el gran interrogante lo ofrece la empresa Primera Junta (Línea 324), que sostiene el monopolio de las comunicaciones en transporte colectivo entre Florencio Varela y Quilmes, así como en forma interna con el sector ubicado en el extremo sur del distrito: Ingeniero Allan y La Carolina.
La firma figura recibiendo subsidios en tres instancias diferentes: como empresa de servicios provinciales de larga distancia acumuló en la primera mitad del año subsidios por 35.188.437,95 pesos.
A su vez, por sus servicios en el partido de Quilmes (donde realiza la mitad de sus recorridos), recibió 3.491.896,94 pesos en el primer semestre del año; y en el mismo período otros 2.992.598,41 pesos por la prestación de servicios en Florencio Varela.
Así, la empresa Primera Junta se convierte en la única de las firmas que transitan por Florencio Varela, que figura en el portal del Ministerio del Interior y Transporte en tres ítems diferentes de categorización.
Su caso es singular no sólo por los abultados aportes con que cuenta en materia de subsidios, sino por el hecho de que sus unidades son las que peores condiciones presentan en el ámbito de las líneas que cruzan el partido de Florencio Varela.

 

En resumidas cuentas

 

El monto global de aportes del Estado Nacional en subsidios alcanza, de acuerdo a los datos oficiales brindados en el portal del Ministerio del Interior y Transporte, los 287.550.605,14 pesos.
Es decir, 287 millones y medio de pesos.
Tamaña cifra resulta difícilmente ponderable para los ciudadanos que a diario utilizan alguno de los servicios de transporte del distrito.
No obstante, vale como ejercicio, una comparación esclarecedora: en 2011, el presupuesto municipal para todo el año fue de 226.000.000 pesos. Para el presente año, el Concejo Deliberante local convalidó un presupuesto anual de 308.000.000 de pesos, siempre según datos ofrecidos por el Municipio.
En ese contexto, resulta fundamental la tarea de ejercer controles sobre la calidad de las prestaciones del transporte público que se financia con el dinero que aportan todos los argentinos, y en este caso, los varelenses.
El resultado se verá en los próximos meses, cuando los ajustes por parte del Estado Nacional sigan adecuándose a los casos particulares, y las empresas deban exhibir avances en materia de frecuencia, calidad de servicios, y modernidad de sus unidades. Y, como contrapartida, deban ser los usuarios, y también los resortes del Estado Municipal los encargados de verificar el cumplimiento de todas esas prerrogativas.


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