El padre de una varelense y su esposa, atrapados en un crucero que nadie quiere recibir

Mariana Louro vive con su esposo, Oscar Vandenbroele, y sus tres
hijos, en La Joya, un pequeño pueblo de Málaga, en el Sur de España,
donde hace menos de un año recibieron a Mi Ciudad. Como ella es
trabajadora de la Sanidad y desempeña tareas en una residencia
geriátrica (San José de la Montaña), todas las noches sale a cumplir
su trabajo mientras el resto de la familia se queda en su casa por la
pandemia que aterroriza al Mundo. Al imaginable estado de tensión e
intranquilidad, ahora le suma un nuevo motivo: su padre, que había
viajado desde Buenos Aires con su esposa y con la idea de quedarse a
vivir en Málaga, está a la deriva junto a los 3700 pasajeros –muchos
de ellos argentinos- de un crucero de la empresa Costa que nadie deja
desembarcar .
Juan Carlos Louro Duarte tiene 85 años, y su esposa, Elena, tiene 93.
Ambos partieron desde Argentina el 3 de marzo, a bordo del crucero
“Costa Pacífica” con el trayecto Brasil-Canarias- Tenerife- Lanzarote-
Málaga- Barcelona- Marsella- Cannes- Génova. Pero cuando llegaron a
las Islas Canarias, el 16 de este mes, hacía un par de horas que
España había cerrado sus fronteras y no les permitió bajar. “Es un
desastre, llegaron hoy a Marsella con la promesa de que los iban a
colocar en vuelos hacia sus países, pero una vez ahí les dijeron que
los únicos que podían bajar eran los franceses”, dice Mariana. Y
sigue: “ahora están rumbo a Génova, dicen que les van a dar una
solución pero nadie les cree, porque antes la solución era bajar en
Marsella y ahora es bajar en Génova, pero Italia está cerrada, así que
no sabemos qué va a pasar”.
“El crucero está lleno de gente mayor que venía a España para quedarse
a vivir con sus hijos”, agrega Mariana, que también asegura que, por
lo que habla con su padre, con quien mantiene el contacto todo el
tiempo, "no hay nadie contagiado a bordo". “Yo no sé si se va a ocupar
el Consulado Argentino, la verdad que no lo sé”, culmina.