Un grito de justicia



Policiales » 01/12/2020

El 19 de noviembre, se llevó a cabo frente a las Fiscalías de Florencio Varela, una manifestación para reclamar la reactivación de las causas por abusos a menores, con el fin de repudiar el accionar de los entes oficiales y judiciales y exigir el avance de los casos, que por motivos de la pandemia, han quedado estancados y sin una respuesta.
En el marco del día del «Grito global contra los abusos sexuales en las infancias», se presentaron, ante la entidad, familiares y amigos de una menor de cuatro años, que desde hace ya un año fue abusada, en reiteradas ocasiones, por un individuo que goza de total libertad, con lo cual, la justicia lenta termina siendo injusta tanto para la víctima como para sus allegados.
«Hace dos semanas, vine y me atendió desde la puerta una persona que trabaja en este lugar, me dijeron que dentro de la fiscalía no había nadie trabajando y que no podían hacer nada. No me puede responder así una entidad del Estado», denunció Natalia Quinteros, madre de la menor, a Mi Ciudad y añadió: «Vine a exigir que agilicen la Cámara Gesell de mi nena, para que se active, de una vez por todas, la causa y así obtengan las pruebas que se necesitan para que se haga justicia».
Sin embargo, la Fiscalía no fue el único organismo en darle la espalda a esta familia, sino también el sindicato SUTEBA al cual pertenecen Natalia, como docente activa y su madre María Rita Fevola como jubilada. Aunque el gremio les proveyó una piscóloga para la niña. Natalia dijo: «Quedé emocionalmente muy afectada y el Estado no me dio bola en absolutamente nada, desde SUTEBA no quisieron darme una psicóloga, tampoco licencia y aun así, en esta situación, tuve que seguir dictando clases».
«También solicitamos que nos pusieran un abogado ya que no contamos con el dinero para poder pagarle a uno», agregó María Rita.
La causa está en manos del fiscal Alejandro Ruggeri y de la subrogante Sandra Elizabeth Ojeda; quienes, desde principios de año, no han dado respuesta alguna a la familia. «No sabemos quién es el titular de la causa, o lo que dice, ni siquiera sabemos qué hay en el expediente», aseguró la abuela y añadió: «Mi hija tuvo que ir, junto con una amiga, a verificar la dirección de esta persona. Tuvo que exponerse de esa forma para que la policía ni siquiera vaya al lugar».
La fecha de la movilización, coincidió con el «Día Internacional para la Prevención del Abuso Infantil contra las niñeces». La familia de la menor exige que se aceleren los procesos para que la justicia actúe y procese al acusado. »Esta persona representa un peligro para otras niñas y niños; sabe lo que estamos haciendo y que fue denunciado y empezó a cambiar su nombre de usuario en las redes».
El acusado es artesano y malabarista, por lo que sigue trabajando en los semáforos y saliendo a la calle con total impunidad, mientras que la menor y su familia, luchan contra la burocracia del sistema judicial para llevarlo ante la justicia. «No quiero que un día, cuando mi hija me pregunté dónde está esta persona, tenga que decirle no sé, quiero decirle que esta persona está en la cárcel y con cadena perpetua», exclamó Verónica entre lágrimas, durante la protesta.
Tras haber pasado media hora de la manifestación, Natalia fue citada por la funcionaria judicial Andrea Vico quien le confirmó que los fiscales de la causa se comunicarán en los próximos días para llevar a cabo el análisis victimológico. Esta «respuesta», por parte de la Fiscalía, es el paso que esta familia ha estado esperando desde el 9 de diciembre del año pasado. «Es lamentable que tengamos que manifestarnos de esta manera para que a uno lo atiendan, sabiendo que estuve acá la semana pasada. Por lo menos este acto terminó valiendo la pena, espero que me llamen y me den la fecha, de lo contrario volveremos y haremos una convocatoria aún más grande», aseguró Natalia.
Al término de esta convocatoria, llamaron para darle un turno a la madre desde la Fiscalía de Quilmes.


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