Watson for ever



Nota de tapa » 01/02/2021

Una sola certeza tiene Andrés Watson respecto a su futuro: el presidente de la Nación quiere que se modifique la ley para que él y todos los intendentes puedan recuperar las reelecciones indefinidas.
Sin embargo, volver a ser el candidato del oficialismo varelense en 2023 no parece ser una tarea tan sencilla como podría suponerse para el joven alcalde.
Transitando su primer período como intendente electo, pero el segundo si se computa el lapso en el que ejerció el cargo por la asunción de Pereyra como legislador provincial, la intención del sucesor del viejo Barón del Coburbano es continuar al frente de la Comuna. Pero el camino no está allanado. A la conocida resistencia de los «históricos» que nunca terminaron de aceptarlo, se le suma la siempre factible posibilidad de que el propio Pereyra quiera recuperar su puesto, o en su defecto, auspiciar para el cargo a su candidata preferida: su hija Julieta, quien en su momento coqueteó en declaraciones periodísticas a Mi Ciudad con una probable candidatura, afirmando que «acataría la decisión de su conductor»… que es su padre, claro.
Por si alguien tiene alguna duda sobre el vuelo propio que pueda poseer Watson, basta ver qué cosas cambiaron desde la Administración Pereyra a la suya, debiendo remarcarse en tal sentido el rol estelar que continúan desempeñando algunos cuestionados y denunciados millonarios proveedores del Municipio.

¿Y si alguien de La Cámpora, entusiasmado con el «Experimento Mayra» en Quilmes, sueña con quitarle su silla? Se sabe que la relación de Watson y de muchos de sus pares con la agrupación que conduce Máximo Kirchner no es la mejor. Particularmente en Varela nadie se olvida de que el hijo de la pareja presidencial vino en persona a apoyar a la lista de Salatino, quien pese a su indudable identificación con el kirchnerismo, mantiene su firme oposición a la gestión local. Esa movida de Máximo, tan parecida a pegarse un tiro en pie, terminó por dividir los votos en nuestra ciudad.
Pero no son todas malas noticias para nuestro jefe comunal: si dejamos de lado a la «Variante Pereyra» por ahora Watson no ve en el horizonte a nadie que le pueda hacer frente en una interna. Y más aún si, como se especula, se resuelve suspender las PASO en este año de recambio legislativo.
El alineamiento de Watson -y muchos otros intendentes- con Alberto Fernández, recibió un inesperado incentivo en una reunión celebrada en Avellaneda, en los últimos meses del año que terminó. Ahí, con la presencia del gobernador Axel Kicillof y subiendo la voz como para que nadie tuviera dudas de su pensamiento, el presidente dijo muy claramente: «Cuando se habla de las reelecciones sí o las reelecciones no, yo digo que si hay funcionarios que por una cuestión de cercanía son controlados, son los intendentes. Cuando un intendente es elegido dos o tres veces, es porque los vecinos lo votan y quieren que siga siendo intendente. Y nosotros no podemos ir en contra de la voluntad popular».
A partir de la reforma de 2016, que contó en su momento con un gran consenso político, quedó establecido en la Ley 14.836 que los intendentes no podrán tener más de dos períodos consecutivos en su cargo. Según el artículo 3 de esa norma, «El Intendente y los Concejales serán elegidos directamente por el pueblo, durarán en sus funciones el término de cuatro (4) años y podrán ser reelectos por un nuevo período. Si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período». En la actualidad, intendentes del Frente de Todos y también de Juntos por el Cambio dejaron en este tema a un lado la famosa «grieta», y operan en forma conjunta para lograr un nuevo cambio en la ley que los habilite a perpetuarse en sus cargos.
Pasando al aspecto puramente técnico de la cuestión, si Watson está en su segundo período o en el primero es un tema jurídicamente discutible. A favor de la segunda postura está el hecho de que cuando asumió la jefatura comunal por ser el primer concejal de la lista, Pereyra nunca renunció a la intendencia, sino que mantuvo su licencia hasta que se le venció el mandato, pese a que ya actuaba como diputado provincial.
El proyecto «Watson for ever» (Watson para siempre, traducido al castellano) puede contar con muchas barreras, pero tiene el visto bueno de la máxima autoridad del país. No es poco.


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