Por Carlos Straub
Ubicada en la calle Alvear al 300 del barrio San Nicolás, la Casa del Niño «Padre José Kentenich» está celebrando sus primeros 40 años de actividad en este mes de junio. Ahora, al frente de dicha entidad se encuentra Carolina Pellice, quien brindó a Mi Ciudad un panorama sobre el trabajo que tienen a diario y cómo los encuentra esta fecha.
Ubicada en la calle Alvear al 300 del barrio San Nicolás, la Casa del Niño «Padre José Kentenich» está celebrando sus primeros 40 años de actividad en este mes de junio. Ahora, al frente de dicha entidad se encuentra Carolina Pellice, quien brindó a Mi Ciudad un panorama sobre el trabajo que tienen a diario y cómo los encuentra esta fecha.
-¿Cómo tienen pensado celebrar este cuarenta aniversario?
-Teníamos pensado «tirar la casa por la ventana», pero llegó la mitad de año y estamos haciendo un fondito para pedir donaciones, queríamos pintar toda la casa pero no hemos llegado. Además queremos invitar a gente histórica que trabajó tantos años aquí, al Intendente, a otras autoridades, familias…Pero entre eso y el clima que mucho no ayuda, decidimos pasar todos los festejos para más adelante en la primavera para compartir mucho mejor.
-Mientras el trabajo aquí no se detiene. ¿Cuántos chicos asisten diariamente?
-Las mañanas frías hacen que la cantidad de asistentes merme un poco. El que se durmió, se durmió y ya no viene, en cambio el turno tarde siempre está a pleno. A la mañana estoy teniendo 60 chicos y por la tarde entre 90 y 100 nenes.
-¿Qué hacen acá?
-A la mañana se los recibe con el desayuno y luego tienen distintas actividades dentro de las salas, las edades son de 3 a 13 años porque cuando cumplen 14 egresan y las salas obviamente están divididas por edades. Hay apoyo escolar, manualidades, música, juegos y tuvimos gimnasia. Pero la Casa lo fundamental que hace es brindarles el apoyo escolar, la compañía y acompañamiento humano y lo que es la ingesta, desayuno y almuerzo y a los de la tarde almuerzo y merienda. Nos visitan colegios y les traen cosas para hacer, nos visitan alumnos de Farmacia y brindan un taller de reciclado.
-¿Cómo es el nivel escolar de ellos?
-Lamentablemente muy bajo y al menos es mi afán es que al menos sepan leer y escribir, porque si no, no van a terminar luego la Secundaria. Y si no terminan la escuela después los tenemos en la calle, en situaciones que conocen y son repetidas para ellos. Acá los incentivamos a que se animen y después buscamos abrirles horizontes distintos a lo que ellos viven, a lo que ellos tienen. Desde el diálogo, la compañía. Mostrarles que hay otro modo de vivir, de amar, de vincularse, de trabajar, de progresar… De soñar. Que puedan soñar y que ese sueño los lleve a más.
-¿Es difícil dicha tarea?
-(suspira)… Es difícil. Yo cuando rezo le digo al Señor: «A nosotros nos toca sembrar, vos harás crecer a su debido tiempo». Aunque a veces vemos «frutos», como por ejemplo, un día vino un chico técnico en computación que pasó por estas aulas y luego de hacer su trabajo, les dio una charla a ellos para que vean que es posible lograr algo en la vida si se lo proponen. El corazón es el que manda y hay que apostar a eso.
-La Casa se maneja con subsidios de Nación y Provincia que apenas alcanzan y recibe muchas donaciones de la gente que hacen posible que todo siga funcionando. Es un día a día..
-Eso. Yo les digo a las familias… «Ustedes pidan, que después vemos como nos vamos arreglando para conseguir lo que necesitan».
-Un deseo en este nuevo cumpleaños…
-Que la Casa les pueda dar humanamente lo que estos chicos necesitan para ser después ciudadanos comprometidos y puestos en la vida familiar, social y laboral. Porque simplemente se lo merecen ellos. Y que cada niño que pase por acá pueda seguir recibiendo ese apoyo moral y digno que tal vez afuera no recibe.
Para mayores informes y donaciones: Alvear 1306 esquina Belgrano, San Nicolás, F. Varela. cdnkvarela@gmail.com Teléfono: 7515-6171.