Por Carlos Straub
Docente de profesión y músico de alma, Juan Leguiza (60) comenzó su recorrido en el camino musical hace 30 años y en un género totalmente diferente al que disfruta ahora. Con él dialogó Mi Ciudad.
Docente de profesión y músico de alma, Juan Leguiza (60) comenzó su recorrido en el camino musical hace 30 años y en un género totalmente diferente al que disfruta ahora. Con él dialogó Mi Ciudad.
-¿Cómo empezó su periplo en la música?
-Siempre me llamó la atención la guitarra, es algo que vino incorporado en mí, porque aprendí solo a tocarla en una Iglesia y así me hice un profesional de la misa, que para mí era un show, un momento artístico. Después seguí estudiando en la Escuela de Arte República de Italia un tiempo y luego comencé a recorrer lugares y escenarios.
-Pero escenarios de otro nivel…
-Exacto, no voy tanto a las peñas sino a instituciones. Soy también docente y me llaman de escuelas, hospitales, centros de recuperación, cárceles…
-Sus comienzos fueron bien distintos…
-Sí, empecé con el blues y el rock and roll, una onda muy León Gieco pero si me piden un chamamé, lo canto sin problemas. Cuando vos recorrés la Argentina te vas empapando de otras músicas. Una cosa es oír un chamamé acá en Buenos Aires y otra en Corrientes al lado del río, lo mismo con la zamba. No es lo mismo cantarla en Varela que en Tafí del Valle.
Leguiza tocó en San Telmo días antes de esta entrevista y estaba recién llegado del Encuentro Nacional de Bombos, que por primera vez se realizó en Miramar ya que siempre se lleva a cabo en Santiago del Estero, provincia que cuando visitó por primera vez, sintió para siempre un click que le hizo cambiar el género al ver que todo el mundo tocaba la guitarra o el bombo. Desde ese momento al presente, Juan deslumbra en sus ratos libres con la música del interior profundo nacional.
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