Luz de Alejandrina: iluminando más que nunca



Sociedad » 02/01/2020

El comedor “Luz de Alejandrina” de Villa Arias, abrió en 1998, cuando se comenzaba a vislumbrar una acentuación de la pobreza, especialmente en los niños. Uno de sus impulsores, Gonzalo Cruz, habló con Mi Ciudad al cumplirse 21 años del comienzo de esa experiencia solidaria.

“En principio era una “copa de leche” -empieza diciendo Gonzalo- y después lo convertimos en Comedor, le pusimos “Luz de Alejandrina” porque donde estábamos era la casa de mi abuela, que se llamaba así, y fue donado por mi familia. En ese entonces el objetivo principal era paliar la situación crítica que vivían decenas de chicos del barrio y la zona adyacente a Villa Arias. Queríamos darles algo a tantos y tantos nenes. Avisorábamos que venía un sacudón pero nunca pensamos que iba a aumentar tanto no sólo la pobreza, sino por consiguiente la cantidad de gente que empezó a venir. Todo hizo eclosión en 2001 y después.


-¿Cuántas familias tenían en la etapa más crítica?
-70… Multiplicalo por cuatro y teníamos casi 300 personas ya entre chicos y grandes que venían por día.
Los comienzos fueron durísimos porque no teníamos nada, la única pieza era de 4x4 y un baño, así que dependíamos siempre del factor climático a la hora de merendar y gracias a Dios, nunca llovió cuando estábamos a la intemperie.
-¿Quiénes los ayudaron con el correr del tiempo?
-Los colaboradores de Alemania que también ayudan a las Hermanas Franciscanas. Las hermanas del Sagrado Corazón y del Faustino Mennel. La hermana Ana que por entonces manejaba toda la congregación fue quien nos ayudaba siempre como la vecina Blanca Cundler: sin ellas no sé si hubiéramos seguido. Y más acá en el tiempo, quien siempre también estuvo con nosotros fue Oscar Bayerca. Nos dolió mucho su muerte y él me decía que sabía lo que era pasar hambre por eso cuando tuvo la oportunidad, siempre ayudó con la comida.

Después de 2001 y con el correr de los años y la mejoría notoria de la economía, lograron llevar a cabo un espacio de recreación y donde la gente iba también a estudiar. Luego fue creado el Centro de Desarrollo Infantil, casi como un Jardín de Infantes que suplió la carencia de jardines de infantes que aún hoy hay en la ciudad.
-¿Cuántas familias seguían yendo a comer?
-Apenas 10. Hoy volvimos a tocar casi las 70 como en nuestros comienzos. Y empezamos un año donde más que nunca vamos a necesitar de la ayuda de todos los que puedan colaborar con nosotros. La tarea es ardua, si bien recibimos gran colaboración de parte del Municipio, nosotros generamos una gran cantidad de comida. Compramos en el banco nacional de alimentos de Juan Carr y siempre falta algo, porque la Fundación de Carr también depende de la donación de las empresas y nosotros tenemos que hacer un esfuerzo más, y puedo decirte que nunca jamás faltó la comida. Asi que acá seguimos y toda la colaboración que deseen acercarnos siempre será bienvenida y muy agradecida, no sólo por nosotros sino por quienes verdaderamente lo necesitan a diario.


Más info en Facebook.com: Gonzalo Cruz y al celular 15 5 125 5726.


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