No se trata de magia

¿Por qué nos asalta ese odio soterrado, disimulado, a veces enardecido, cada vez que por cuestiones laborales o profesionales nos reunimos con uruguayos, brasileros, paraguayos, bolivianos, chilenos, ecuatorianos y colombianos? Soportar las «gastadas» de los uruguayos, que muy sueltos de cuerpo nos dicen: ¡Ché, que barato está todo acá!

Los lectores de Mi Ciudad se quejan de AySA

Vivo en Monteagudo y Aristóbulo del Valle. Desde el 26 de noviembre estoy sin agua y estoy cansada de hacer reclamos en AySA, Municipalidad y en el ERAS y sin tener más respuesta que esperar a que la cuadrilla se haga presente en mi domicilio, les escribo para ver si podrían darme una mano y difundir este problema. Los vecinos estamos todos en las mismas condiciones. Recién empieza el verano y ya estamos con falta de presión y en consecuencia, del suministro.
Antonela Giallonardo.

 

Sobre la calle 3 de febrero en Villa Vatteone a la altura del Hospital Mi Pueblo no hay agua de red hace más de un mes. Hace un rato debo haber sacado el último chorrito que salía para que los animales tuvieran medio balde y pudieran tomar durante el día. Ya abrís las canillas y hasta mañana a la mañana no hay más. AySA resulta peor prestataria que ABSA.
Ma...

Correo

En nuestra última edición los presentamos: Rosa y Javier Arribas, que en el Barrio El Tropezón, están a cargo de un Hogar que contiene a 18 chicos. Aquí, las repercusiones.

 

Felicito a Mi Ciudad por hacer visibles estas increíbles historias. A todos nos tiene que servir como ejemplo para movilizarnos a ayudar y hacer algún evento significativo en Florencio Varela para que logren cumplir sus objetivos. Gracias a Dios que existen personas como ellos.
Marisa Gutierrez.

 

Buenisimo, sé lo que cuesta en nuestro país hacer las cosas bien. Pertenezco a un Centro de Jubilados en Bosques y nunca nos dan el comodato. No tengo medios pero algún día quizá me acerque y alguna ayuda podríamos dar.
Liliana Portinari.

 

Un profundo agradecimiento a gente como ellos que hacen...

Volver a los diecisiete

Contrariando la situación de los habitantes de Casa Tomada de Julio Cortázar que deciden abandonar el que fuera su hogar, luego de ir cerrando de una en una las habitaciones, estoy convencida de que en la actualidad vivimos encerrados. Prisioneros. Cautivos. Desintegrados.
Vivimos encerrados en nuestros domicilios. Muertos de miedo. Desconfiando de todo y de todos. Detrás de puertas y ventanas enrejadas. Con sistemas de alarmas conectadas a centrales (por lo cual se abona una cuota mensual). Un llavero es el mejor regalo, o al menos el más utilizado, porque abrimos y cerramos las puertas con llave al entrar, al salir, al despertar, al ir a dormir. Aún a riesgo de quedar encerrados. y no es que cerremos las puertas para «ir a jugar», según reza la canción de ronda. Cerramos por miedo.
Los transportistas de mercaderías son seguidos de cerca por vehículos de vigilancia porque también en las r...

Varela no es joda

Por Nahir Haber

«Puto el que lee» decía el grafiti que acompañaba el dibujo de una nena medio gorda de Boccuzzi esquina España. Le pregunté a mi papá qué significaba eso que estaba escrito en todas partes y él me dijo «eso no más, son grafitis donde la gente pone lo que piensa».

Según algunos medios españoles soy de la generación «Y», mi rol en este mundo es «orientar mi vida profesional hacia un mundo tecnológico». Los nacidos a fines de los ´80 hasta mediados de los ´90 somos hijos de la generación «X» que responde al slogan «trabajar duro y ser felices con sus propias vidas». Somos la generación de transición de lo analógico a lo digital, la que utilizó más tipos de tecnología para entretenimiento. La que jugó a la rayuela y también c...