DEPORTES

Eduardo Duré, el hombre que no se cansa de competir



Deportes » 01/02/2019

A los 60 años, el maratonista Eduardo Duré es un ejemplo de esfuerzo, coraje y espíritu deportivo. No hay prueba atlética a la que falte y luego de esta nota, se iba a entrenar fuerte ya que a fines de este mes, iba a participar nuevamente en el Cruce de la Cordillera saliendo desde San Juan y llegando a La Serena , en Chile.

-Además de correr, es entrenador…
-Si. Trabajo entrenando atletas en la UNAJ y además tengo mi grupo particular en el Cruce Varela.
-¿Cuánto hace que nació en usted la pasión por el atletismo?
-Y… Desde los 15 años, cuando por primera vez un amigo me invitó a correr y ese fue el primer paso. Me enganché enseguida. Desde ese momento creo que al tercer día de correr ya me anoté en una competencia, conocí lo que era competir y siempre digo que terminé tercero, no último… Pero éramos tres (risas).
-¿Cuáles fueron sus máximos logros?
-Como máximos logros tengo que reconocer que gané muchísimas carreras, pero siempre hay una o dos que se llevan en el corazón. En el 2013 gané el Maratón de los 42 kilómetros de Rosario en mi categoría, 55 años, haciendo una muy buena marca. Y esa es “la” carrera que yo tengo en el corazón. Vengo de ganar otra carrera ahora en enero en Lobos, donde corrimos 30 kilómetros de calle de tierra pero como no paraba de llover, era barro puro. Por suerte fue el tercer año consecutivo que gané esa carrera y eso me gratifica.
-¿Fue campeón nacional alguna vez?
-Sí, en noviembre de 2018 fui Campeón Nacional en Pista 2000 metros con obstáculos en el CENARD de Buenos Aires, en el llamado Campeonato Nacional de Masters.
-Cuándo termina una competencia, ¿ya tiene en mente la próxima?
-Si. Yo soy una persona que planifico el año. Sigo entrenando para la que viene y al saber el fixture de todas las carreras como que el cuerpo y la mente se preparan solos.

-¿Hay alguna otra gran carrera para la cual se está preparando?
-Si. El 21 , 22 y 23 de febrero se corre el “Cruce de los Andes”, saliendo de San Juan y terminando en La Serena, en la región de Coquimbo . Se cruza por el camino de “Aguas Negras”, todo asfalto, pero tiene la particularidad que al ser por postas, a uno le puede tocar de día, de tarde o de noche. El año pasado me tocó de madrugada con luna llena… No te puedo explicar la belleza que es ver las montañas iluminadas con la luz de la luna. Mágico. Es impagable los paisajes que se ven.
-¿Cómo terminó en 2018 ahí?
-Campeón. Integré el equipo campeón porque se hace la competencia en equipos, y son 12 por equipo que corren un total de 42 kilómetros a través de la montaña. Como salimos campeones en 2017 y 2018 ahora tenemos que ir a revalidar el título.
-¿Cómo es un día suyo de entrenamiento?
-Un día normal empieza cuando vengo de trabajar a las 9 de la mañana ya que además trabajo de sereno. Llego, descanso un rato hasta el mediodía y a partir de las dos o tres de la tarde empiezo a entrenar hasta la hora que pueda. Vuelvo y a las 19 ya estoy con los alumnos, depende también el día , ya que tengo todos los días ocupados.
-¿Podría dejar esto?
-No. Nunca. No me imagino vivir sin entrenar. Cuando empecé, esperaba estar en un deporte no tan sacrificado pero siempre pienso que pude tener mayores logros ya que nunca tuve ayuda o sponsor, recién los tengo ahora en esta etapa donde la Sociedad Civil Mi Pueblo me apoya enormemente. Creo que si yo tenía el apoyo que tengo ahora cuando comencé, hubiera ganado más carreras o competiciones. Igual, nadie me quita lo bailado (risas) y soy muy agradecido por las cosas que el atletismo me hizo y me hace vivir todavía, tanto con los alumnos entre los cuales está mi nieta Rocío, que me sigue los pasos como con las carreras que corrí y los lugares que conocí.


TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE