Nacida el 7 de enero de 1940 en Corrientes Capital, Susana Ruiz Díaz viajó con su madre a Buenos Aires cuando apenas tenía algo más de un año. «Mi mamá, que era huérfana de madre y padre, era una mujer muy de no quedarse, de salir adelante. Estábamos en una situación fea, de miseria, y decidió viajar para acá. Llegó a la casa de su comadre y al otro día ya tenía trabajo, como lavandera. Y me llevaba, porque no me quería dejar en ningún lado. Al año, vino también mi papá», nos cuenta. Casada con Carlos Barral, con quien tuvo dos hijos, Carlitos y Horacio, tiene tres nietos y posee una amplia trayectoria como maestra en varias escuelas varelenses: empezó en la 7 de La Carolina, donde muchas veces hizo la comida para sus alumnos más necesitados, y siguió en la Nro. 9 del Kilómetro 26,700, el Instituto San Juan Ba...
A los 71 años, Luis Omar Sánchez fue profesor de decenas de varelenses, entre los que se encuentra el autor de este reportaje. Nacido el 7 de noviembre de 1947 en Avellaneda, fue siempre un docente de carácter amable y calmo, atento a las necesidades y particularidades de sus alumnos. Aunque no nació ni vivió nunca en nuestra ciudad, tiene una vasta trayectoria en ella: dio clases en la Escuela Nacional de Comercio, el Instituto Santa Lucía, la EET N 1 y la EEM 2, donde terminó siendo su Director por siete años. También se desempeñó como Director de Deportes de la Municipalidad de Florencio Varela, y por 28 años, fue el activo Director del Centro de Educación Física 102 de nuestra ciudad. Participó en la fundación del Ateneo del Instituto Santa Lucía, y fue asesor de su primer Centro de Estudiantes, por entonces llamado «Club Colegial», que presidi&oa...
Por Alejandro César Suárez | @alecesarsuarez
La joven Antonella Villalba (20), estudiante de Bioquímica en la UBA , despunta unos de sus pasatiempos favoritos: cantar, y en poco tiempo se dio a conocer en varios lugares con el firme propósito de seguir en este mundo de la música.
-¿Cómo empezaste a cantar?
-De a poco. Siempre me gustó el canto, lo vi como algo que “quiero hacerlo y lo tengo que hacer”. En mi casa de chica siempre escuchaba música y me encantaban cantantes como Whitney Houston, Mariah Carey, Celine Dion y quería copiarlas.
-¿Lograste imitarlas?
-Era muy chica pero no lo recuerdo bien. Hace 10 años mi mamá me escuchó cantar y me dijo que cantaba bien y eso que a mi me daba mucha vergüenza que me oyeran, creo que por miedo a equivocarme.
-¿En la escuela también cantabas?
-Estaba en el coro, yo fui al Instituto Nuestra Señora del Sagrado Corazón y mi gran...
La llamaron Antonia, un nombre que compartió con sus dos abuelas, pero todos la conocen como «Ñuri», abreviatura del correntino «Añuritai», porque su padre estuvo un tiempo en esa provincia. Nacida el 8 de mayo de 1940, tuvo cinco hijos: María Lorena, Karina, Rodolfo Franco, Gerardo y Florencia, y tiene cuatro nietos. Fue maestra en las escuelas número 3 y número 7 y profesora de Dibujo en el «Sagrado Corazón» y, ávida lectora, en la actualidad participa de dos Talleres de Escritura, uno con amigas docentes jubiladas y otro en la UNAJ. Sobre esto, reconoce que ahora se está inclinando por las novelas históricas románticas, y «que terminen bien». Antonia Yolanda Belmonte es también integrante de una tradicional familia varelense, e hija del inolvidable enfermero andaluz Emilio Belmonte, que tenía su consultorio en la calle San Juan, donde mucho...
Por Alejandro César Suárez | @alecesarsuarez
Aunque no lo parezca, Ana María Vivan cumplirá 90 años en solo cinco meses. Nacida en Cimpello, provincia de Udine, Italia, el 1 de octubre de 1929, perdió un hermano en la Segunda Guerra Mundial y es viuda del recordado Celestino Batistella, con quien tuvo tres hijos, Graciela, Silvio y Luis. Feliz abuela de ocho nietos y dos bisnietos, llegó a Florencio Varela en 1953 para encontrarse con su esposo, y 18 años después, tuvo la suerte de viajar con él a su país natal, para volver a ver a sus padres y demás familiares y recorrer los caminos de su infancia y juventud. Tiene una gran vitalidad y una memoria envidiable, y hace unos días sorprendió a una de sus nietas al confesarle que había «probado» la patineta con la que su bisnieta circulaba hábilmente por el interior de la pinturería familiar. «Me subí porque vi que era fácil andar en ella, pero...
Por Alejandro César Suárez | @alecesarsuarez