La brecha ética

A pocos días de las Elecciones Primarias, la Presidente de la Nación, volviendo a violar la famosa «Ley de Comunicación Audiovisual», utilizó la cadena nacional para atacar a los políticos opositores y a los medios que no integran el conglomerado propagandístico K. En medio de sus usuales excesos verborrágicos, Cristina Fernández dedicó un párrafo para uno de los oponentes a su partido. Aludiendo a Mauricio Macri, la Presidente señaló que el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires «cambió su discurso por conveniencias electorales», algo que ella y los suyos «nunca habían hecho», dijo.
Dejando los giros de Macri de lado, la mandataria parece olvidarse que justamente fue su propio partido, el peronismo, entonces encarnado por Carlos Menem, el que privatizó YPF. Y que fue el gobierno santacruceño de su esposo, Néstor Ki...

Un país con buena gente

Y se hizo el milagro. Daniel Scioli se transformó en alto, rubio y de
ojos celestes y pasó a ser la gran figura del kirchnerismo. Las
ninguneadas a las que fue sometido durante estos años quedaron
olvidadas del mismo modo que se decidió pasar a retiro al obsecuente
Florencio Randazzo, por el más fuerte e ideológico de los motivos: uno
medía bien, y el otro, mal.
Alineándose fielmente con la nueva orden de la Jefa del Movimiento, la
corte de adulones, encabezada por el impresentable programa 6,7,8,
empezó la reconversión del mismo modo en que en su momento, Bergoglio
dejó de ser el cura defensor de la Dictadura cuyas homilías nadie
quería presenciar, para ser la celestial figura con la que los
figurones K –y de todos los partidos- querían tener una foto, para lo
que realizaron varias procesiones hacia el Vaticano.
...

República K

Otra épica puesta en escena. Otro discurso de campaña. Otra burla a la ley que ella misma impulsó. Otra vez, la Presidente de la Nación utilizó el recurso de la cadena nacional para pedir que voten a los candidatos de su partido. «Hagan 240.000 denuncias, igual lo vamos a seguir haciendo», confesó Aníbal Fernández. Es toda una reafirmación de una forma de ejercer el poder de parte del elenco gobernante: con autoritarismo y totalitarismo, sin respeto por los que no forman parte de la tropa propia, despreciando a todo lo que no lleve el sello K.
Otra vez, la Presidente habló al lado de Boudou, que está procesado por adulterar documentos públicos y dar como domicilio un médano, y desde ese pedestal de moral en el que se autoinstala, volvió a lanzar su interesado odio hacia los jueces, los medios y los opositores que no logró cooptar, comprar ni amedrentar ni usan...

¿Un cambio en marcha?

Aunque en Argentina nunca se puede dar nada por seguro, y menos aún en materia política, los resultados que fueron registrándose en las primeras pruebas electorales parecen conducir a una polarización entre el PRO y el Frente para la Victoria para agosto de este año.
Aunque los voceros K y sus multimedios traten de dar vuelta la realidad y mostrarse triunfantes, lo cierto es que el kirchnerismo acumuló tres duras derrotas consecutivas que marcan su retroceso: las PASO de Santa Fe, las generales de Neuquén y –por paliza- las PASO de la ciudad de Buenos Aires.
La difusión de datos falsos, las bravuconadas y los «análisis» de los conocidos seudoperiodistas a sueldo esta vez quedaron reducidos a escombros ante la contundencia de las urnas. Pero claro, el Relato y sus relatores siempre se las ingeniarán para quedar bien parados. Alguien debería grabar para siempre los comentarios a...

Embarrar la cancha

En el fútbol, es muy común ver que cuando un jugador es expulsado, arme un tumulto para lograr que el árbitro también expulse a un adversario. «Yo me voy, pero también me llevo a un contrario…», pareciera ser la consigna aplicada en esos casos.
A pocos meses de tener que despedirse del poder, el kirchnerismo está eligiendo el mismo camino: irse ensuciando todo lo que pueda.
Para eso, sus voceros oficiales y oficialistas se ocuparon en las últimas semanas de seguir defenestrando al Fiscal Nisman, echando mano a todo tipo de maniobras: a una serie de anónimos afiches ofensivos se le sumaron los habituales exabruptos del ex Intendente fugado de Quilmes, y por supuesto, el cacareo de toda la claque a sueldo del multimedios K, sin olvidar que fue la propia Presidente de la Nación quien sugirió por cadena nacional que el hombre cuya muerte sigue sin resolverse tenía una relaci&oacu...